domingo, 5 de abril de 2015

Nisman: La editorial a 60 días de su asesinato en AhoraNC

 60 días tardó el gobierno argentino en encontrar las razones perfectas para comprender la muerte de un hombre. 60 días en los que pasó de todo. 60 días en que la Presidenta de los 40 millones de argentinos pasó de decir que Nisman se suicidó a que lo asesinaron. 60 días en que Cristina pasó de denunciar a Jaime Stiusso a crucificar al informático Diego Lagomarsino. En dos meses, CFK negó que su ex marido, el Presidente Néstor Kirchner, había sido el responsable de nombrar a Alberto Nisman como fiscal especial para investigar el atentado a la AMIA a gritar que "lo pusimos nosotros". En 60 días, mataron a Nisman tres veces. Pero el fiscal sigue denunciando sus mentiras y sus pactos desde el más allá. Como si tuviese siete vidas. Como si fuese un gato.

House of Cards es, tal vez, la serie más controvertida del siglo XXI. La crudeza y oscuridad de sus protagonistas, salidos de la Casa Blanca norteamericana y del partido demócrata gobernante, no se andan con chiquitas. Son capaces de todo con tal de dominar la política local de una Nación que es la gendarme del Mundo. Su protagonista, el consejero que se convierte en vicepresidente de la Nación, finaliza el primer capítulo de la segunda temporada mirando a cámara en el baño de su casa tras lavarse la cara. Francis Underwood nos mira a todos nosotros y nos dice: "No gastes saliva llorando a la señorita Barnes. Todo gatito llega a ser gato. Al principio, son pequeños, inofensivos, beben su leche a lenguetazos. Pero en cuanto sus garras crecen lo suficiente hacen sangrar, a veces, la mano que los alimenta. Los que escalamos a la cima de la cadena alimenticia debemos ser despiadados. Hay una sola regla: cazar o ser cazado".

Me pregunto si nuestro jefe de gabinete vernáculo, Aníbal Fernández, mira House of Cards. Pero Fernández precede al ficticio Underwood que no siente culpa por haber empujado a la periodista que sabía demasiado hacia las vías del subterráneo. A Barnes le dio primicias, la utilizó en beneficio propio pero formó su naciente carrera periodística. Barnes no tuvo escrúpulos y se acostó con el ascendente político para sentir el poder de las noticias de primera mano. Zoe Barnes se acercó demasiado al cielo como Ícaro. La periodista de House of Cards voló demasiado rápido, desobedeció a su conciencia -a su padre, Dédalo, que le había advertido que no volara demasiado alto-. Alberto Nisman, perdón Zoe Barnes, no le hizo caso. Voló. Más allá de lo permitido. Voló sin importarle las consecuencias. Ambos buscaban, deseaban eso que se conoce como la verdad.

Underwood, el vicepresidente impiadoso y ¿ficticio? de los EEUU nos habla de gatitos que se convierten en gatos y que hacen sangrar la mano que los alimenta. Aníbal Fernández así explicó la supuesta traición de Alberto Nisman: "se gastaba la plata en minas y ñoquis", mientras se cagaba en las 85 víctimas de la AMIA. La Presidenta lo había justificado tiempo atrás: como el Estado somos nosotros, a él lo pusimos para investigar la verdad, pero no cualquier verdad, nuestra verdad. Ayer, el culpable era Irán. A partir del acercamiento a Chávez y a ese país, los culpables deben ser otros. Esa es nuestra la verdad. Hace siete días, Omar Pintos, decía aquí que para Néstor Kirchner había sólo dos tipos de personas: socios o esclavos. Nisman era un esclavo de esa verdad. Su revelación fue su sentencia de muerte. Revelación entendida como rebeldía y como una luz que lo iluminó ante la inmundicia del poder que él mismo sostuvo y conformó durante años. 

Underwood hizo lo que quiso con su periodista confidente. Cuando Barnes preguntó más de la cuenta, le dio el empujón necesario para que se callara para siempre. El kirchnerismo mansilla la memoria del fiscal asesinado, desvía la atención ciudadana hacia su vida privada y enfurece cuando le mencionan la palabra pacto y memorandum. La Presidenta y sus principales funcionarios involucrados en la denuncia de Nisman tenían un móvil para quitárselo de encima. Pero ¿quién fue el Underwood de Nisman? El 60% de la sociedad cree que al fiscal lo mató el gobierno. El 80% cree que nunca se sabrá la verdad. Esa verdad que quemó las alas de Nisman. Como las de íCaro.

3 comentarios:

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  2. ES COMO DICE LUI, SON SESENTA DIAS EN QUE PASO DE TODO.
    Y LA IMAGEN DE LA VIEJA QUEDO POR EL PISO, JE,JE,JE, JE, SEGUN MIS FUENTES ESTA A PUNTO DE RENUNCIAR, JE,JE,JE,JE. HIC!
    HOY ESTA PRIMERO MASSA EN LAS ENCUESTAS CON EL 45$ DIGO EL 45% DE LOS VOTOS, HIC
    DESPUES ESTA MACRI CON EL 30%, STOLBIZER CON EL 15% Y ALTAMIRA CON UN 10%
    NO FIGURA LA VIEJA, SHA NO TIENE VOTOS, GRACIAS AL FISCAL NISMAN, UN HERUE QUE VUELVE DEL MÁS ALLÁ COMO SI TUVIERA SIETE VIDAS, COMO SI TUVIERA SIETE GATOS. HIC!
    Y GRACIAS A PIUMATO Y MOLDES QUE JUNTARON 4 MILLONES DE PERSONAS EN MEDIA PLAZA DE MAYO EL 18F.
    EL 18 DE ABRIL SALGAMOS CON LUI Y CON MONTES DE LA CHOTA A LA CALLE PARA HOMENAJEAR A NISMAN Y A COCUCCI, Y AL VIP DE COCODRILO, DONDE PASÓ TANTAS HORAS INVESTIGANDO EL FISCAL ASESINADO POR LA VIEJA SEGUN EL 99,9% DE LOS ARGENTINOS. .
    BERP!
    GROCK!
    PROOOOOOP!

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  3. acabo de leer este mensaje de Lucas Carrioasco! genial

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